lunes, 9 de junio de 2014

Liberación humana, liberación animal.

Cada que aumentamos nuestro nivel de conciencia, expandemos nuestra visión del universo entero, empezamos a ver cosas que parecen haber estado ahí siempre a pesar de no habernos percatado, nos volvemos más empáticos al mundo que nos rodea, comprendemos que cada uno de nosotros va librando una batalla y nos abrimos al hecho de respetar cada una de nuestras luchas.


  Así mismo nos parece cada vez más incomprensible como funciona el mundo, como las cosas realmente importantes son pisoteadas y lo efímero se glorifica, empezamos a ver nuestras emociones, a comprenderlas con una inteligencia que no se adquiere en las aulas, y llegado el momento vemos que el sufrimiento es evitable, que la justicia es alcanzable y que los animales son otras naciones, que han tenido la desdicha de compartir este mundo con nosotros, y entonces comenzamos a luchar, sin importar si estamos sólos, porque nuestra conciencia no se sienta tranquila ni puede mirar hacia otro lado cuando vemos un corazón roto y una mente encadenada, sin importar el envoltorio, peludo, en cuatro patas o cómo sea...